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Todos alguna vez hemos visto
este afamado cuento donde una joven muy hermosa llamada Blancanieves huye del
castillo por culpa de su malvada madrastra y se encuentra con los 7 enanitos quienes
la ayudan a esconderse.
Pero pocos conocen la legítima
historia tras el cuento y es por eso que en este día te traigo la verdadera
historia del cuento de Blancanieves y los siete enanitos, comenzamos.
Todo ocurrió cuando la
madrastra obsesionada con ser la mujer más bella del pueblo envía a un cazador
a matar a Blancanieves porque no podía soportar que la belleza de la joven sea
superior a la suya, sin embargo el cazador conmovido con la hermosura de la
dama la deja escapar y al huir se encuentra con una casa muy pequeña pero cómoda,
ahí ella se refugia y se hace amiga de unos enanos que le ayudan a ocultarse de
su cruel madrastra, pasa el tiempo y la infame bruja descubre que ella aún está
con vida e intenta matarla en varias ocasiones hasta que consigue su objetivo
cuando con una manzana envenenada la pobre chica se queda dormida para nunca
más despertar.
Pero la princesa no estaba
muerta, sólo dormida, a la espera de que
un Príncipe azul la rescate.
No obstante con el beso de
un príncipe Blancanieves logra despertarse, él le propone matrimonio y fueron
muy felices por siempre. Esta es la historia que nos han contado año tras año pero
conocemos la verdad de tras de este
cuento.
Blancanieves realmente
existió y fue inspirada en una pequeña llamada Maria Sophia Margaretha
Catharina Von Erthal que nació el 15 de junio de 1729 en un pequeño Pueblo llamado Lohr ubicado en
Alemania.
Sophia sufria de ceguera
parcial a causa de una varicela.
En 1741 con apenas 12 años se
quedó huérfana de madre y dos años más tarde, su padre un reconocido
Condestable de Kurmainz contrajo matrimonio con Claudia Elisabeth María Von
Venningen, condesa imperial de Reichenstein quien ya tenía hijos de un anterior
matrimonio.
La relación entre Maria Sophia y su Madrastra nunca
fue fácil debido al carácter de la nueva esposa de su marido, que contrastaba
con la fama de bondadosa y generosa que tenía la pequeña entre las gentes de
Lohr a los que ayudaba siempre que podía.
Los habitantes del pueblo le tenían muchísimo
cariño, además pasaba los días rodeada de niños desnutridos y envejecidos
prematuramente por el arduo trabajo que realizaban en la minas de hierro, estos
niños que vestían largos abrigos y gorros acabaron convertidos en los siete
enanos del cuento.
Y por si fuera poco, déjame
decirte que sí, el espejo también existió. Fue un regalo de bodas del padre de
Sophia para su segunda esposa. El espejo medía más de un metro y medio y no, no
hablaba, pero tenía la particularidad de repetir lo que diga frente a él debido
a un efecto de reverberación.
Este efecto hace que en un
espacio cerrado un sonido rebote en sus paredes, techo y suelo hasta formar un
conglomerado de ecos, los cuales están cercanos entre sí que se hace imposible
percibirlos por separado.
Finalmente cabe mencionar
que un buen día Sophia falleció y no se saben las causas por las que se dio su
muerte, lo que sí es evidente es que no hubo ni príncipe ni final feliz, se
dice que el ataúd en el que fue encerrada era especialmente distinguido, pues a
pesar de que no era totalmente de cristal, poseía algunas piezas talladas por una
industria manufacturera de cristal de la región, que quiso hacerle un homenaje
a la joven.
Las películas de Disney o en
sí de la pantalla grande tienen mucho rating y gustan a todos pero las
verdaderas historias no suelen ser tan bonitas ni con finales felices.
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